¿Buscas desconectar por completo y descubrir la magia del lugar elegido por «El Hombre que pasea las carnes»?
¿Quieres saber cuál es el secreto?
Entonces nada como una escapada a Moaña y alojarte en sus cabañas para sentirlo. Abrir el apetito con un paseo por A Fraga, descubrir el árbol de los deseos y disfrutar de la tranquilidad oyendo el arrullo del río en un enclave de cuento.
Puede que te encuentres con él portando una cesta y si te acercas verás que en su interior hay una carne especial, veteada y cuya pureza y calidad parecen de otro mundo.
Nada mejor para ir abriendo boca y visitar luego a Lino en su Taberna para degustar uno de sus famosos Chuletones de Moaña.
Descubrirás entonces por qué si Galicia es la tierra de las meigas, tienen que estar en un lugar como este. ¿Dónde mejor?